Politica

El Alcalde Bolivariano Alfredo Mendoza, reseñó que  Hugo Rafael Chávez Frías, fue el líder que construyó, entorno a un pueblo que necesitaba 1ser valorado y reivindicado, un nuevo modelo de dirección política en la cual el pueblo era el ostentador del poder y no una clase social o grupo de interés. En acepción de Ricardo Adrián (en su artículo “El Pensamiento Revolucionario de Hugo Chávez”, 2015), Hugo Chávez partía de una profunda visión de la totalidad y su crítica a la ideología de la fragmentación estuvo presente; hablando de teoría, contra la llamada visión cartesiana del mundo, Chávez planteaba dividir la realidad en partes para poder entenderla, pero la realidad es una sola, hay que mirar la realidad completa, y asumirla como un todo.

El Comandante Chávez, recalca Adrián, “fue esencialmente revolucionario, claro está que las situaciones y las distintas correlaciones de fuerzas políticas contextualizaron sus planteamientos, su búsqueda y las decisiones que adoptó en todo momento para sostener la palanca de mando de la unidad antiimperialista y de contención de las fuerzas regresivas de la derecha (el estado), pero seguro al asumir los postulados de ItzvánMeszáros tendría visualizado: para avanzar hacia el socialismo la palanca que hay que sostener no es el estado (que puede ser derrotado bajo circunstancias desfavorables) sino superar la postura defensiva del trabajo respecto al capital, se trata de un nuevo poder, del Poder Popular”.Mendoza, destacó que otro aspecto importante en el pensamiento de Chávez, es que alcanzó definir que la vía venezolana hacia el socialismo es una propuesta histórica, política, social y económica en construcción teórica y práctica. Construcción colectiva para que el país la haga suya. El socialismo es una opción real y viable. Lo que es inviable es el dualismo esquizofrénico entre lo político y social que está en la base del capitalismo. En este sentido, la vía venezolana hacia el socialismo supone una transformación a fondo de la estructura económica para viabilizar una mejor redistribución de la riqueza social que pertenece a todos y todas. Ello supone distintas formas de propiedad.

Chávez, definió el socialismo como un sistema social, en el cual lo determinante de su economía es la propiedad social de los medios de producción y la distribución de la riqueza social así producida con criterios de equidad y justicia, “donde se espera de cada uno según su capacidad y se retribuye a cada uno según su trabajo. El Socialismo es un sistema donde lo determinante en la conciencia es el deber social. La propiedad social, al restituir la sociabilidad en la base económica, inicia la recomposición, la integración, la sanación del humano escindido. Un socialismo que recoja todos aquellos valores y principios como la justicia social, solidaridad, bienestar colectivo, igualdad, unidad, gobernabilidad, democracia, autodeterminación, respeto a los derechos humanos y la diversidad cultural, y protección del medio ambiente.

En una resumen, Chávez entendió el Socialismo como el rescate de las relaciones amorosas entre los humanos y de estos con su entorno. Con una economía donde la riqueza por todos producida será para el beneficio de toda la sociedad; la creación de una sociedad donde todos seamos humanos, donde la suerte de cada uno de sus hijos esté entrelazada con la suerte de la sociedad entera. Sólo una sociedad así recupera su sanidad, al dejar de colocar el lucro en el centro de toda actividad, aun por sobre la naturaleza y el humano, al devolver la esencia a todas las cosas que bajo el capitalismo han sido convertidas en mercancía. Solo una sociedad así puede revertir el daño ecológico, restablecer el equilibrio natural, rescatar la posibilidad de la vida sobre el planeta. Un socialismo que destruya todos los elementos de la vieja sociedad que todavía permanecen; que promueva el ideal de establecer nuevas relaciones de convivencia humana basadas en la equidad, la justicia social y la solidaridad. Un socialismo que trascienda el modelo capitalista; que conduzca al desarrollo y al bienestar; que coloque a la economía al servicio del ser humano, como instrumento fundamental para generar igualdad; que integra a la naturaleza y al ser humano, y nos permita restituir el equilibrio perdido; que sea profundamente conservacionista de la naturaleza.

Es decir, para el pensamiento de Hugo Chávez, el socialismo permitirá dar el salto “del reino de la necesidad al reino de la libertad”; un socialismo sinónimo de poder popular; imbricado con la unidad latinoamericana y caribeña; que se plantee como asunto fundamental el desarrollo de una sólida base material asentada en la propiedad social de los principales medios de producción; que desarrolle una economía que incorpora otra racionalidad y otros valores en la producción de bienes y servicios: ya no se trata del afán de lucro y la máxima como móvil, sino la satisfacción de las necesidades colectivas; la primacía de los valores de uso sobre los valores de cambio; la superación de las relaciones mercantiles y sus múltiples expresiones: dinero, precio, ganancia y trabajo asalariado; el trabajo se convierte en una actividad libre y creadora; la superación del consumismo; la modificación del modo de producción y el establecimiento de nuevas formas de distribución y consumo; con una nueva racionalidad económica que tenga que ver con que el reparto de los excedentes de la producción, resultado del esfuerzo colectivo, se guíe por los principios de la solidaridad, la equidad y la cooperación; que se plantee formas alternativas sobre cómo disfrutar el tiempo libre e impulsar el ocio creador; que se proponga, fundamentalmente, crear una civilización y una cultura nuevas, en las cuales la libertad y la democracia existan por vez primera para todos y todas; que sea el resultado de nuestras propias luchas, experiencias y tradiciones comunales e igualitarias de las etnias y en general de nuestro pueblo por superar el colonialismo y el capitalismo. Ese era el ideario del Comandante Supremo y es en el cual se ha encaminado el liderazgo del Presidente Nicolás Maduro.

 

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