El Alcalde Revolucionario Alfredo Mendoza, afirmó que el Presidente Nicolás Maduro en la Cumbre de Las Américas llevada a cabo recientemente en la ciudad de Panamá dejó muy claro que los  países liberados por la Espada de Simón Bolívar no se les volverán a esclavizar. Simple resumen de una Cumbre donde el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Barack Obama, dio una demostración sobrada de desconocer la América del Sur y de estar sesgado en cuanto a la razón de ser de la Revolución Bolivariana. Si algo se puede concluir de la VII Cumbre de las Américas, fue la intención de acabar con los radicalismos que han mantenido tensiones durante los últimos años entre varios países del continente, y eso no fue una propuesta de los EE.UU., fue el discurso llevado por el Presidente Maduro que en todo sus espacios abogó por la paz y el reencuentro de los pueblos.

Mendoza agregó, que si un colofón define la Cumbre, en la cual participaron 35 países, es que todos entrelazando sus manos como símbolo de transparencia busquemos no agredir la dignidad de nuestros pueblos. Ya no es una Guerra Fría lo que se pudiera esperar en el argó de la diplomacia Global, es una Guerra a “los desencuentros” y a las traiciones; al doble juego de algunos sectores del poder político norteamericano (juego a dos bandas como dice el Presidente Maduro), buscando deteriorar las democracias de los pueblos independientes y libres de la América del Sur.A todas estas, es importante las palabras del intelectual Luis Brito García en razón al alcance de la Cumbre y al papel estelar que vivió Venezuela. Expresa Brito García que desde octubre pasado, 2014, los EE.UU., han dejado de ser la primera potencia económica del mundo, siendo sustituida por China, que se convirtió en el segundo socio comercial de América Latina, quedando los yanquis solamente para concurrir en son de “revancha o de recuperación de una hegemonía que han perdido”.

El asunto, destaca Brito García, es que los EE.UU., ante la pérdida de liderazgo y legitimidad moral y ética en los pueblos del mundo, busca por la vía de la fuerza y las intervenciones, mantenerse en una especie de escenografía hollywoodense la credibilidad ante la necesidad de pedir dinero y recursos económicos a los hoy países con mayor solvencia en el mundo. Ha dejado en Europa, Medio Oriente y parte del África un rosario de naciones destruidas, y por la vía de Decretos infames, declara “amenaza” a países como Venezuela, con el simple objeto de amedrentar a los pueblos productores de petróleo que los gringos necesitan si llegara a recurrir el uso de la fuerza para volver a su estatus imperialista.

El gobernante municipal destacó, que Obama no escuchó la intervención de Maduro en directo, pero sus asesores sí, y es muy difícil que le hayan podido ocultar posturas tan tajantes como esta: “Estamos orgullosos de la historia y aprendemos de ella todos los días …no tenemos una historia oscura porque nunca hemos bombardeado a pueblos en el mundo…He traído más de 11 millones de firmas que serán entregadas por la vida diplomática y vengo en nombre de 30 millones de venezolanos a pedirle a Obama que derogue el decreto contra Venezuela…Lo respeto, pero no tengo confianza en usted presidente Obama. Si quiere conversamos, ahora si no quiere conversar, está bien. Será su legado con Venezuela, el decreto, el silencio y su el desprecio, la prepotencia…Yo le tiendo mi mano para resolver los asuntos, pero sin intervención en los asuntos internos de nadie”.

A todas estas, el mensaje del Presidente Maduro es contundente al decir que el imperialismo norteamericano ha amenazado con firmeza a Venezuela, declarándonos país de amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y política Externa de Estados Unidos. Jamás en la historia patria, en 16 años de revolución existió una advertencia injerencista tan clara del imperialismo estadounidense, se desborda la apetencia energética de la nefasta Casa Blanca. El Presidente Maduro expresó que “…somos una amenaza para EE.UU, pues este pueblo chavista decidió construir una revolución liberadora del yugo imperialista, decidimos derrotar al capitalismo y con ella la explotación burguesa sobre la clase obrera, asumimos la tarea histórica de construir el socialismo como tránsito hacia la sociedad sin clases”.

Finalmente, el líder bolivariano de la zona alta ratificó que “como revolucionarios confesos y entregados en cuerpo y alma a este proceso, desde esta perspectiva, somos una amenaza para la potencia yankee, que somete a la guerra, al hambre y la miseria a los pueblos del mundo, con un putrefacto sistema fracasado. Ante esta amenaza que evidencia la exacerbación de las contradicciones de clases, nuestra tarea histórica como gobernantes adeptos al proceso de transformación de nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez, se encuentra en rechazar desde nuestro combativo y heroico pueblo las apetencias guerreristas de EE.UU, jurar unidad antiimperialista para defender con nuestras vidas esta Patria, lograr que no saquen ni una gota del preciado petróleo por medio de  invasiones; debemos convertirnos, tal como expresó el Presidente Maduro en la Cumbre, en derroteros del imperialismo”.