Campaña
La estrategia de campaña del candidato presidencial Henrique Capriles se ha 
centrado en el desconocimiento del gran esfuerzo del presidente Hugo Chávez por mejorar las condiciones socio económicas del pueblo venezolano, para ello los voceros de la oposición han hecho uso de numerosas artimañas para tratar de engañar y confundir al pueblo diciendo que no solo mantendrán el apoyo a las misiones socialistas, sino que supuestamente crearían nuevas misiones y mejorarían las existentes, una vez asumido el poder.
Estos falsos anuncios no le han generado a la oposición el efecto deseado por ellos, porque se han encontrado con un pueblo consciente, que conoce muy bien el “Cinismo” que los caracteriza, debido a que cuando han alcanzado espacios de gobierno a nivel de gobernaciones y alcaldías, no le han brindado ninguna ayuda a estos programas sociales, por el contrario los han denigrado y atropellado para sabotear las políticas del gobierno revolucionario, tal como lo hizo el pasado gobierno municipal de Sucre, que no le suministraba ni una hoja de papel a las misiones educativas, ni mucho menos a los consejos comunales y en numerosos programas radiales que aun se encuentran grabados arremetió sin piedad contra los médicos cubanos de la misión “Barrio Adentro”.
El resultado de presentarle esta oferta engañosa al sabio pueblo venezolano es el “Desmoronamiento de la candidatura derechista de Capriles”, la cual se desintegra aceleradamente, al salir a la luz pública el “Paquetazo” neo liberal, que fue develado por integrantes de sus propias filas como: el ex gobernador del estado Anzoátegui David De Lima y el diputado William Ojeda, quienes dieron a conocer las verdaderas intensiones de Capriles, al pretender eliminar las misiones, congelar los sueldos y salarios del sector público, eliminar la homologación de las pensiones del seguro social al salario mínimo nacional, devolverle a los latifundistas las tierras conquistadas por los campesinos a través de sus luchas, entre muchas otras medidas que de aplicarse generarían una debacle generalizada en la población, sobre todo en los sectores más humildes que son los más vulnerables.
Asimismo, producto de estos acontecimientos 4 partidos políticos (Piedra, Unidad Democrática, Manos por Venezuela y Cambio Pana) se bajan del auto bus del retroceso y formalizan ante el CNE, el retiro del apoyo al candidato Capriles. A este resquebrajamiento se le suma los enfrentamientos públicos y notorios entre los partidos de la vieja guardia AD – COPEI, y Primero Justicia, ya que es un hecho conocido por todos que el candidato hace a un lado tanto a los adecos como a los copeyanos y ni siquiera en las tarimas donde pronuncia sus breves discursos les da participación.
Como si esto fuera poco lo último que se conoce de esta catastrófica oposición, es un video en el que se ve al diputado de Primero Justicia Juan Carlos Caldera con las manos en la masa, aceptando una fuerte suma de dinero de dudosa procedencia. La respuesta de Capriles a esta bochornosa situación, es asumir una actitud de irresponsabilidad lavándose las manos como “Pilato” y diciendo “Yo no Fui” arrojando al pantano a uno de sus más cercanos colaboradores. Subestimando la inteligencia del pueblo, porque todos sabemos que aunque Caldera se inmolo en nombre de su candidato, este actuó como el muchacho del mandado. El verdadero responsable de este acto de presunto soborno es Henrique Capriles.
Dirigencia opositora de Sucre implora visita de Capriles
Este estruendoso fracaso de la campaña opositora se evidencia con claridad en el municipio Sucre, donde los voceros de la oposición no han sido capaces de organizar ni siquiera una sola concentración de masas que valga la pena y esto obedece a que perdieron la credibilidad, no tienen poder de convocatoria, ni capacidad de movilización, solo se les escucha implorarle de rodillas al denominado Comando de Campaña Venezuela, para que Capriles incluya dentro de su recorrido la visita a Biscucuy, para así contar con la “Muleta” del mitin portátil que lo acompaña.
Hasta el momento se han dedicado a realizar extensos programas radiales en los cuales afloran todo el odio y el rencor que llevan por dentro, pero cuando salen a la calle se les ve acompañados por un escaso grupo de seguidores y a pesar de que faltan menos de 20 días para que concluya la campaña electoral no se atreven a convocar una concentración pública sin la “Muleta” del mitin portátil.
